sábado, 4 de abril de 2009

¡Bolsalia!

Me gusta cuando por las mañanas, sobre las 8:50, Luis Vicente Muñoz anuncia “¡El espectáculo de la bolsa!”, en Radio Intereconomía. Pero el verdadero espectáculo de la Bolsa lo hemos tenido en Madrid estos tres últimos días: Bolsalia. Y en su décimo aniversario. ¡Eso sí que ha sido un espectáculo!

Abarrotado desde la hora de apertura. Despliegue de medios, ¿quién dijo crisis?, ¿mercado bajista? Hágase rico con cortos, que sube ¿cuándo bajará?, si baja ¿cuándo subirá?, las mejores comisiones, pasen y vean… todo tipo de servicios financieros, en cada stand una cátedra ante una docena de sillas, los salones de conferencias hasta la bandera… invierta con fundamental, invierta con técnico, invierta, invierta, especule, especule, CFDs, ETF inversos, Fórex, MEFF,…

Espectacular la conferencia de Antonio Saenz del Castillo, con un tono entre erudito y predicador, “la bolsa es el sistema de estafa institucionalizada en la legislación actual”, repetía una y otra vez ante centenares de atónitos oyentes. Bellísima Judith Casasampere, de IB, ah, no, que era la azafata que en su ausencia atendía el stand, que no sabía lo que era un futuro, cuando le ido a preguntar. Simpatiquísimos en Renta 4, donde me han explicado cómo la próxima versión de su plataforma suplirá todas las limitaciones que les he señalado en la actual. Orodirect, donde te dejaban tocar por unos segundos una Filarmónica de oro (815€ cuesta), mientras te decían lo fabulosa que es la tienda que abren en breve en el mejor barrio de Madrid. Un banco italiano (no recuerdo el nombre), que te permitía operar todos los productos de todo el mundo, pero no algún warrant de Societé General que he preguntado. Legiones de curiosos, escuchando en la zona de bloggers al orador de turno, que hoy por la mañana era Adam (muy bien), con sus indicadores de la evidencia. “Yo sí sé lo que va hacer el mercado: hará lo que él quiera…”, pontificaba el orador que compartía estrado con Adam. Stands amplios y de cuidado diseño del Santander, BBVA, ING, Bankinter, y hasta Telefónica, Repsol y Gas Natural que seguro que te vendían acciones allí mismo, atendidos por jóvenes lozanos y azafatas exuberantes que no saben lo que es el cambio euro-dólar, ni si las acciones de las entidades que representan han subido o bajado el último año... Y todo ello abarrotado de gente.

Eso sí que era un espectáculo, para no perdérselo. Lástima que a las 14 me han empezado a incordiar al móvil con lo de China y me he tenido que ir. El año que viene me llevo a toda la familia, que hasta algún carrito he visto.

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